
Por ahí se preguntarán qué me hace escribir sobre ellos hoy, después de todo, yo misma me lo pregunto... será el mail que recibí hoy? Puede ser, pero también es probable que haya decidido simplemente compartir con ustedes la maravillosa experiencia de abrir el corazón para que perfectos desconocidos dejen allí su huella y aún más maravillosa la satisfacción de sentir que esos lazos pueden durar toda la vida e incluso fortalecerse con el tiempo, y crecer con la esperanza de un nuevo abrazo. Sobre eso alguien me dijo un día: "las personas siempre se ven al menos una segunda vez, antes del fin de sus días" y yo lo acepté, cual axioma de la vida.