miércoles, 10 de septiembre de 2008

Pérdidas


Las pérdidas están entre las situaciones más injustas de la vida y ocurren más frecuentemente de lo que uno pueda recordar. Estamos constantemente perdiendo cosas, algunas más valiosas que otras; momentos, algunos irrecuperables; sensaciones de distinta profundidad...

Aunque también hay algúnas pérdidas que pueden ser positivamente valoradas, sino en el momento en que ocurren, pues sí con el paso del tiempo...

Hay pérdidas más traumáticas que otras, claro. Cuando lo que se pierde es algo que estuvo siempre con nosotros solemos pensar en que no vamos a poder seguir viviendo sin ello, y de hecho, nuestra vida cambia, ya no somos los mismos, pero en los más afortunados de los casos, podemos sobrellevar el sufrimiento originado por dicha ausencia. En cambio, cuando perdemos algo que había llegado a nuestras vidas en un momento particular, a lo que tal vez nos habíamos acostumbrado y que probablemente nos había dado muchas satisfacciones, la sensación de vacío no es tan persistente y la recuperación suele ser mucho más rápida.

El problema surge cuando de la fusión de estas situaciones surgen situaciones confusas y profundamente dolorosas como cuando creemos haber perdido algo que en realidad nunca tuvimos o cuando lo que perdimos, aunque fuera transitorio, habíamos llegado a sentirlo parte fundamental de nuestras vidas...

martes, 9 de septiembre de 2008

domingo, 7 de septiembre de 2008

Sensaciones...

Lo que ven es lo que veo cuando pienso en los tiempos que vendrán, en las decisiones que voy a tener que tomar, en las situaciones que voy a tener que afrontar, en las renuncias, en los vacíos, en las oportunidades...

Cierro los ojos y me imagino ahí, de pie, sin saber dónde está la clave para desplegar el puente que me hace falta para dejar atrás esta etapa y empezar una nueva, esa en la que sólo va a importar lo que yo misma demuestre que puedo dar, en la que vamos a estar de una vez y para siempre el mundo y yo, nadie más. Ya no habrá nadie que me guíe, que me proteja, que me indique; aunque probablemente sigan estando aquellos buenos consejeros, los buenos amigos y los más valiosos afectos; pero ya nada va a ser igual y eso es lo que da tanto vértigo...

"Y ahora qué?": la frase fantasma, la que retumba en el silencio de los pensamientos, la que interrumpe, la que desconcentra... es la misma que inclusive inspira sueños, pesadillas, toda creación de la mente gira alrededor de esa tal vez sencilla pregunta...

Ojalá el tiempo pase y los resultados lleguen y pueda decirles entonces que estoy del otro lado...

Quiero, de Jorge Bucay