domingo, 14 de diciembre de 2008

El delgado límite de la tolerancia

Desde chiquita me enseñaron en el cole que la tolerancia era uno de los valores fundamentales para el buen funcionamiento de toda sociedad. Hablábamos mucho de la tolerancia hacia las personas que en algún punto eran diferentes a nosotros y eso invitaba a luchar contra la discriminación, pero ahí quedaba truncado el tratamiento del tema.
Con el paso del tiempo la tolerancia fue tomando diferentes grados de importancia en mi vida y fui comprendiendo que la tolerancia entre pares es tanto o más importante que la tolerancia entre grupos “diferentes”. Después de todo, uno pasa la mayor parte del tiempo con los de “su especie” y esta virtud es imperiosamente necesaria para sobrevivir.
Ahora bien, el problema con la tolerancia surge cuando una de las partes hace su mejor esfuerzo mientras la otra sigue empujando hacia el abismo, por decirlo de alguna manera... Es imposible llevar una relación a buen puerto cuando sólo una de las partes es la que cede, digo: ¿Será tan difícil entender eso?

Quiero, de Jorge Bucay