jueves, 17 de enero de 2008

Para ayudar, hay que buscar quien quiera que lo ayuden

Es probable que ya lo hayas experimentado: no hay peor sensación de frustración que cuando pones todas tus energías en intentar ayudar a alguien, que crees que te necesita, que sabes que te necesita y que cuando lo único que falta para solucionar las cosas es que esa persona tome tu mano, sólo encuentras vacío, aire, nada... y entonces sientes que has perdido el tiempo y malgastado tus fuerzas, pero sin embargo te reconforta saber que has hecho tu mejor esfuerzo.

Son muchas las situaciones en las que puedes sentir esto que describo: cuando un niño en la calle te pide monedas y rechaza la comida que puedes ofrecerle, cuando alguien rechaza tu ayuda por orgullo, cuando alguien miente que no te necesita, cuando la desconfianza provoca el rechazo, cuando la ignorancia es la culpable.

Sea como sea, ayuda cuando notes que alguien necesita y quiera que lo ayuden y recibe la ayuda cuando la necesites...

Quiero, de Jorge Bucay