viernes, 1 de febrero de 2008

Vacíos dolorosos

Antes que nada quiero agradecerte Diego por la foto, sabés que me encanta y que significa mucho para mí. Justamente esta noche tengo ganas de contarles lo que sentí al verla por primera vez. Creo que no hay palabra que lo describa mejor que "vacío". Vacío por saber que nunca tuve esa mano y que ese momento no va a llegar, porque aunque mi viejo tuviera ganas de volver, nuestras manos ya no se verían así y lo más importante, nuestros corazones no se sentirían así... Lamentablemente hay vacíos que más que eso, son huecos, llagas que no se cierran ni con el tiempo, ni con la distancia, ni con el amor. Nos acompañan, nos molestan, nos duelen toda la vida. Justo cuando pensamos que ya no están, que parece que ya no se notan, aparecen de nuevo, vienen a recordarnos porqué somos como somos...y entonces no sabemos si dar las gracias, si llorar, si reir, no sabemos cómo reaccionar porque nos vencen, no tenemos cómo volver el tiempo atrás y aún si pudiésemos, no sabríamos cómo pedirle a la vida que nos deje cambiar ese pedacito de historia que nos hace tanto mal...

Quiero, de Jorge Bucay