Casi cuatro años atrás

Hoy, sábado por la madrugada, tengo ganas de compartir con ustedes algo que me pasó hace ya casi cuatro años. Dado que no recibí propuestas más interesantes, esta noche me dediqué a ordenar la carpeta "OTROS" de mi casilla de Hotmail; algo que les vengo prometiendo hace meses a quienes injustamente comparten ese espacio con un montón de mensajes de gente realmente poco importante. Por esas cosas del azar, encontré un mail de una vieja amiga mezclado en ese montón de papelitos virtuales amontonados. Obviamente, hice click en "Mover a" y lo deposité en su respectivo buzón y es aquí donde comienza esta historia. Por curiosidad, se me ocurrió revisar los asuntos de los mails que merecieron ser guardados y encontré uno que me remontó inmediatamente a esa fría nochecita de invierno en la que lo escribí, amontonada entre mi bufanda, mis guantes y el camperón bordó, incómoda como era costumbre en esas sillitas de plástico del ciber de la vuelta. El asunto del que les hablo dice: "RE: UNA PARTE DE MI HISTORIA. LO ESCRIBI YO, LEELO." y corresponde, como puede advertirse a la respuesta de mi amiga a lo que sigue:
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Date: Tue, 3 Aug 2004 23:50:03 +0000
HOLA AMIGAS, LES MANDO ESTAS LÍNEAS PARA QUE SEPAN QUE CON UDS. QUIERO COMPARTIR ESTE MOMENTO. LAS ESCRIBÍ EL 29/07/04, PERO RECIÉN HOY SE LAS PUEDO HACER LLEGAR.
BUSQUÉ ALGUIEN CON QUIEN HABLARLO, NO LO ENCONTRÉ, ME DECIDÍ A ESCRIBIR...YA NO AGUANTO MÁS LAS GANAS DE GRITAR QUE SOY FELÍZ, VA, FELÍZ NO SÉ; PERO ME SIENTO COMO NUNCA ANTES.
HACE DOS DÍAS, MÁS O MENOS A ÉSTA HORA, TOMÉ UNA DECISIÓN QUE YA CAMBIÓ MI VIDA.
MARQUÉ EL TELÉFONO DE LA CASA DE MI PADRE Y CON TODO EL VALOR EN LA VOZ PREGUNTÉ POR CÉSAR, ME DIJERON QUE NO ESTABA Y QUE ERA DEMASIADO IMPREDECIBLE COMO PARA CALCULAR UN HORARIO PARA SU REGRESO. SU ESPOSA ANOTÓ MI NOMBRE Y MI TELÉFONO CON LA PROMESA DE QUE ÉL IBA A LLAMARME. PASARON MENOS DE DIEZ MINUTOS Y EL TELÉFONO SONÓ. ATENDÍ Y UNA VOZ EXTRAÑA ME INTERROGÓ: "SEÑORITA, UD. LLAMÓ A MI CASA ¿PUEDO SERVIRLE EN ALGO?" LE DIJE: "SOY ANA LUCÍA, ¿UD. ME CONOCE?", LO NEGÓ.
FUE UN MOMENTO ALGO MÁS QUE DIFÍCIL...
DESPUÉS DE UN TIEMPO LE DIJE: "YO CREO QUE UD. ES MI PADRE" NOTÉ LA SORPRESA EN SU VOZ Y UNA PAUSA INVADIÓ LA LÍNEA. "¿TU MAMI?" PREGUNTÓ. YO RESPONDÍ QUE ELLA NO ESTABA Y PREGUNTÉ "¿UD. ME QUIERE CONOCER?" FUE ALGO TAN SERIO COMO SI ESTUVIERAMOS ACORDANDO UNA CITA DE TRABAJO.
QUEDAMOS EN VERNOS (CREO, YA NO LO RECUERDO).
FUERON HORAS DE INCERTIDUMBRE, TRATÉ DE DISTRAERME. CASI OLVIDÉ LO QUE HABÍA PASADO. SE HICIERON LAS ONCE DE LA NOCHE Y EL TELÉFONO SONÓ OTRA VEZ. ATENDÍ Y DEL OTRO LADO SE ESCUCHÓ: "JUAREZ TE HABLA, CÉSAR JUAREZ". CRUZAMOS UN PAR DE PALABRAS Y VOLVIÓ A PREGUNTAR POR MI MADRE. DIJE QUE ELLA NO ESTABA AÚN. ME PIDIÓ ANOTAR SU TELÉFONO CELULAR PARA QUE ELLA SE COMUNICARA CON ÉL. DIJE SI, NO TUVE VALOR PARA DARLE EL MENSAJE.
ESTABA EN CAMA ESPERANDO DORMIRME LO MÁS PRONTO POSIBLE. EL TELÉFONO VOLVIÓ A SONAR Y YO CERRÉ LOS OJOS FUERTEMENTE, ENVUELTA EN UN MAR DE SENSACIONES QUE POR UN LADO ME DECÍAN QUE ERA LO QUE HABÍA ESTADO BUSCANDO DURANTE AÑOS Y POR EL OTRO ME AMENAZABA EL TEMOR NATURAL A LO DESCONOCIDO. ME COSTÓ HORRORES DORMIR ESA NOCHE. AUNQUE NO QUISIERA ACEPTARLO, ESTABA ANSIOSA.
MAMÁ ESTARÍA ENOJADA TAL VEZ, NO PODÍA MIRARLA A LOS OJOS.
AL OTRO DÍA SALÍ TEMPRANO, CUANDO TODOS DORMÍAN.
TRATABA DE DESPERTAR DEL SUEÑO QUE HABÍA EMPEZADO POR IMPULSO.
SEGUÍ CON MI DÍA E HICE TODO LO POSIBLE PARA NO VOLVER A CASA. PERO TUVE QUE VOLVER, TRATABA DE SALIR DE CADA SITUACIÓN EN QUE MAMÁ PUDIERA DECIRME ALGO DE LO DE LA NOCHE ANTERIOR. NO PUDE, A LAS CINCO Y MEDIA DE LA TARDE ME DIJO:" AYER ME LLAMÓ TU PÁ". DESPUÉS DE CONTARLE COMO SE HABIAN DADO LAS COSAS, NOS EMOCIONAMOS Y NOS DIMOS UN ABRAZO. "NOS ENCONTRAMOS A LAS SEIS Y MEDIA EN SALTA Y SANTA FE" ME DIJO MI MAMÁ.
LE DIJE "NO ESTOY LISTA, ANDÁ VOS" PERO ELLA ME INSISTIÓ, SI LLEGASTE HASTA ACÁ NO TE PODÉS QUEDAR.
QUERÍA QUE CÉSAR SE LLEVARA LA MEJOR IMPRESIÓN DE MI, QUE VIERA A SU HIJA TODA UNA MUJER.
CARGUÉ SU FOTO, LA ÚNICA QUE ME ACOMPAÑA DESDE TODA LA VIDA, NO SABÍA CON QUÉ ME PODÍA LLEGAR A ENCONTRAR.
LLEGUÉ AL BAR A ESO DE LAS 7:30.
MIS PADRES HABLABAN COMO SI FUESEN GRANDES AMIGOS, TAL VEZ LO SEAN, NO SÉ.
LO PRIMERO QUE HICE FUE SONREIRME, COMO PIDIENDO DISCULPAS POR LA HORA DE RETRASO. ÉL NO SE QUEDÓ ATRAS Y ME PREGUNTÓ SI TENÍA RELOJ Y SI SABÍA LA HORA.
NO PUDE PARAR DE MIRARLO, ME BUSCABA EN SU ROSTRO Y ME ENCONTRÉ EN SUS OJOS. ESTAS CEJAS QUE ME CRITICAN TODOS, HOY TIENEN EXPLICACIÓN, SON LAS CEJAS DE MI PADRE. EL PUÑO GORDO TAMBIÉN SE LO DEBO A ÉL.
ES LINDO Y PARECE QUE LOS AÑOS NO LE PESAN. TIENE TODO EL PELO EN SU LUGAR Y NI UNA CANA ¡TENGO ESPERANZAS!
SI CON 46 AÑOS ESTÁ ASÍ, YO TENGO ESPERANZAS.
BUENO, HABLAMOS MUCHAS COSAS; AHORA SÉ QUE MIS HERMANOS SE LLAMAN SEBASTIÁN, DE 27, Y VERÓNICA "LA VERO" DE 23.
TENGO UNA ABUELA Y UNA BISABUELA QUE NO CREO CONOCER ALGÚN DÍA; MI PADRE NO LAS VE DESDE HACE 3 O 4 MESES, ASÍ QUE YO NO CREO QUE LLEGUE A CONOCERLAS.
TRATÓ DE JUSTIFICARSE DE ALGÚN MODO POR SUS AÑOS DE AUSENCIA, PERO YO NO QUISE TOCAR EL TEMA CON DEMASIADA PROFUNDIDAD.
DIJO QUE DEJÓ PASAR EL TIEMPO PORQUE NO QUERÍA ENCONTRARSE CON ALGUIEN QUE LE PODÍA TRAER GRANDES PROBLEMAS.
SOLO PUDE DECIR QUE MI ÚNICA INTENCIÓN ERA QUE NOS CONOCIÉRAMOS.
HOY SEGURAMENTE ESTÁ EN SANTIAGO, HIZO EL VIAJE QUE SUSPENDIÓ AYER PARA ENCONTRARSE CONMIGO.
PROMETIÓ LLAMARME CUANDO VUELVA DE SU VIAJE POR EL NORTE.
LO VOY A ESPERAR, AUNQUE CONFIESO QUE YA LO ESTOY EXTRAÑANDO.
NOS DESPEDIMOS CON UN BESO Y UN MEDIO ABRAZO.
TODAVÍA NO PUEDO CREERLO, ESTOY ESPERANDO DESPERTARME PERO YA PASARON 24 HS. Y EL SUEÑO CONTINÚA.
BUENO, DESPUÉS ME CUENTAN QUE LES PARECIÓ Y GRACIAS POR "ESCUCHARME"
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Hoy les puedo decir que después de ese 29 de Julio nos vimos sólo una vez más, al poco tiempo y desde entonces no hemos vuelto a establecer contacto. Jamás me lo he vuelto a cruzar en la calle, jamás hemos vuelto a hablar por teléfono, jamás he tenido la oportunidad de seguir encontrándome en sus rasgos. Nunca más, pero hasta ahora no me he arrepentido ni de haberlo buscado, ni de haberlo dejado de buscar.
Hoy me queda el recuerdo difuso de su rostro, de lo expresión de sorpresa en sus ojos y de sus palabras desafiantes. Hoy vuelvo a sentir el nudo en la garganta por haberlo tenido a mi lado y no haber podido romper las barreras de la formalidad y de las buenas costumbres, bien sea para abrazarlo y llorar en sus brazos o para golpearlo con todas mis fuerzas y gritarle en la cara que no hay peso más grande que ser hija de un hombre cobarde.