para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
VALOR para cambiar aquellas que puedo y
SABIDURÍA para reconocer la diferencia[...]
Reinhold Neibuhr
Pensar en las consecuencias es, tal vez, la mejor manera de actuar con responsabilidad, de tomar en consideración a las personas que pueden verse afectadas por nuestros actos, de demostrarles que nos interesan...pero, a qué nos conduce? no será que de tanto pensar se nos pasa la vida? y si intentamos ponerle un toque de espontaneidad? será muy arriesgado? será que la vida se trata de apuestas y recompensas? Cómo hacer para descubrir en cada instante si lo mejor es tomarse un tiempo para analizar el espectro de posibilidades o si es hora de actuar? No creo que sea fácil... dónde vivirá la respuesta?
La primera mujer en mi vida fue mi madre, Ana María Montes, rebelde como ella sola, transgresora, luchadora, justiciera, a veces fuerte, a veces débil, atrevida, buena amiga, amante de las plantas y las flores, caprichosa, explosiva, hiper hiperactiva, difícil; pero no puedo negar que siempre que sentí que todos me habían fallado, al mirar a un lado siempre la encontré y se lo voy a agradecer toda la vida.
Mi tía nena, Olga Estela Villa, madrina de bautismo, mi otra madre, la que cerró el círculo afectivo de mi infancia, la que siempre supo dar ese abrazo a tiempo, la que supo aconsejar, escuchar, entender, e incluso supo reconocer esos momentos en que las preguntas sobran, supo callar y estar. El pasado 10 de Febrero se cumplieron 7 años de su partida, y hasta hoy noto terriblemente su ausencia, pero entiendo que Dios necesitaba un ángel.
Mi abu, Adelma Melchora Assad de Montes, vaya nombrecito con el que la marcaron no? Es que una personalidad como ella no podría haberse llamado de otra manera. Si hay alguien que merezca mi admiración, estoy segura de que es ella. Porque la vida la golpeó desde tan chica que no entiendo, pero valoro enormemente, que no haya caído en la desgracia de estropear ese espíritu tan noble que Dios le regaló. Otra luchadora, pero de las que la pelean en silencio y no hacen alarde de ello, de las que aceptan y agachan la cabeza, pero no se rinden. Para ella es imposible darse prioridad, hasta el punto en que un día, cuando le pregunté qué sería lo que la haría sentir realizada en la vida, contenstó con palabras simples, pero de esas capaces de llenar el alma: "saber que siempre he podido ayudar a los que quiero" y si, mi abuela no es más que eso, una mujer simple, pura y divertida que nos ha dedicado su vida.
Con la actuación estelar de: María Julia Estrellita
Invitada especial: la Euge
Actrices de reparto: Juliette y yo
Audio y video: JRJM producciones

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